Tuve hambre y me disteis de comer

Tuve hambre y me disteis de comer

Los profetas clamaron en favor de los pobres. Jesús va más allá y se hace uno con ellos. Jesús se identifica con los pobres hasta el punto de juzgarnos por lo que hicimos por ellos. No dice «tuvieron hambre», sino «tuve hambre».

Nosotros, en cambio, tratamos de agasajar a Cristo edificando grandes templos. Es cierto que la Iglesia ha sido una institución tradicionalmente «caritativa» pero, ya desde tiempos de san Pablo, ha preferido honrar a los que van bien vestidos.

Los evangelios nos presentan una Iglesia de los pobres. Algo falla cuando la Iglesia deja de ser de los pobres, para convertirse en una Iglesia para los pobres, Un paso más en la cuesta abajo se da cuando la atención a los pobres se lleva a cabo bajo la forma de ONG. El paso final se da cuando, además, la mayoría de esos pobres son musulmanes. Y entonces descubres la fe de muchos de estos pobres… Pobres que tienen su confianza en Dios y que seguramente nunca conocerán a Cristo.

LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO CONTADA HOY

¿Cómo contaría hoy Jesús la parábola del buen samaritano? Eso es algo que nunca sabremos, pero ¿por qué no imaginar que podría ser algo así? La parábola del buen samaritano. El contexto Había en una ocasión un hombre en oración. El hombre era católico practicante y rezaba del modo siguiente: – «Señor, muéstrame el camino […]

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